domingo, 25 de marzo de 2012

"Velando la tristeza", un poema dedicado a las Madres de Plaza de Mayo


Velando la tristeza


Con vida se los llevaron
y con vida los queremos
(Como un eco,
veinte años después)

Deja que me cobije entre tus brazos
esta noche de enero y luz de nieve;
deja que sienta tu cuerpo, tengo frío
con sabor a eternidad y cementerio.
Está la casa en calma en esta hora
duermen mis hijos el sueño abandonado
al dulce resplandor de la inocencia.
En cálido rumor de hojas de otoño
pasan las horas surcando los espejos.
Cruzas las horas el frío de la noche,
insomne soledad que cubre el tiempo,
insomne soledad en la distancia,
azul y mar velando la tristeza.
Transito los caminos de la noche,
ruando el pensamiento herido y libre
por callejas sin luz tras los zaguanes,
por plazuelas sin fuente y sin magnolio,
por el filo azogado de la muerte.

Blasfemias contra un cielo de ceniza.
Lloran las madres un llanto sin sutura
con lágrimas de mayo y azucena.
Se niega la certeza sin justicia.
Pisa la madrugada los balcones
con aliento de escarcha en las ventanas.
Me duelen los recuerdos y la pena
de ese bandoneón que tanto gime
más allá del dolor y el pensamiento.
Duermen los hijos y duermes tú a mi lado.
Deja que sienta tu cuerpo tengo frío
con sabor a eternidad y cementerio.
Deja que me cobije entre tus brazos
esta noche de enero y luz de nieve.

Ramón García Mateos

Poema publicado en "De ronda y madrugada", 2001

También en: "Rumor de agua redonda (Antología poética 1998-2010)", 2010