sábado, 22 de diciembre de 2012

Entrevista en "Las islas invitadas" - Radio Universidad


El pasado 20 de diciembre Ramón García Mateos fue entrevistado en el programa "Las islas invitadas", de Lina Rodríguez y Alberto Buitrago que se transmite por Radio Universidad de la Universidad de Salamanca.

Para escuchar el programa hacer clic AQUÍ. 

Esmeralda Sánchez: presentación de "Baza de copas" de Ramón García Mateos en La Buena Letra (Gijón, 15-XII-2012)

No es casualidad o suerte que “Baza de copas. Ajuste de cuentas” reciba el vigésimo segundo premio Tiflos de cuento. No es casualidad o suerte que un jurado compuesto, entre otros, por Ana Rosseti, Juan Manuel de Prada o Ángel Luis Prieto de Paula, haya galardonado este libro. Recibimos hoy la visita – esto sí que es una suerte – de su autor, Ramón García Mateos que llega a esta entrañable librería con un regalo de Reyes bajo el brazo. 

Los que conocemos a Ramón sabemos de su impecable currículo literario. Para qué voy a hablarles de poemarios como “Triste es el territorio de la ausencia”, “De ronda y de madrugada”, “Morfina en el corazón”, “Como otros tienen una patria”, por ejemplo; de los diferentes premios literarios nacionales e internacionales que ha conseguido; de sus trabajos de edición e investigación; de sus traducciones… 

Hoy vamos a centrarnos en este juego de naipes, “envueltos en la niebla del alcohol o la locura”, en la óptica que sobre la vida, la muerte, la literatura, el exilio, la justicia, la mentira, y otros temas sobre los que el hombre siempre se cuestiona, nos plantea Ramón, mi amigo Ramón, al que conozco desde niña y con el que he compartido momentos inolvidables en nuestro querido pueblo de Cerralbo, mágico rincón donde los haya desde donde empezó a forjarse el espíritu creativo. “La infancia es el lugar mágico de las palabras… el tiempo en que aprehendemos el nombre de las cosas, el sitio donde el lenguaje desflora la inocencia.” 

En Cerralbo respiramos el humo en los bares de Lucas y de Mariano. Pasaron por allí amigos que ya no nos acompañan: Jose, el Gordito, la tía María, el pobre Gregorio, Quini y los mozos del pueblo estrenando el Hispano-Suiza camino de Vitigudino, el Sarda, simpático raterillo… En Cerralbo abrimos la vieja librería de la escuela y nos emborrachamos de lecturas que olían a fantasía, a historia, a romanticismo, a fábula, a tragedia… Dormimos bajo la vía láctea, adivinamos ovnis desde las torres del castillo, robamos melocotones en el huerto de Lorenzo, disfrutamos de radiantes lunes de pascua junto al río, pasamos tardes de domingo camino del convento por donde pululaba el fantasma de Fray Agustín, contamos historias de miedo a la puerta del cementerio… Por nuestras vidas desfilaron letanías, curas, maestros nacionales, pastores, putas, locos, pobres, sepultureros… Y llegó la muerte para unos pocos. 

“El poeta configura el mundo a fuerza de palabras.” “Baza de copas. Ajuste de cuentas” es un paseo por la literatura. Aquí se alude a Claudio Rodríguez, a Goytisolo, Cernuda, Labordeta, Borges, Delibes, Verlaine, Hierro, Machado, López Carrillo… etc; es un paseo por paisajes conocidos: Salamanca, Galicia, Cataluña, La Habana, Roma, Praga… y soñados, habitados por personajes reales o inventados, prototipos que simbolizan amor, celos, venganza, engaño, lujuria… Unos y otros son tratados como se merecen. La justicia castiga o redime, es implacable. 

En estas líneas hay mucho trabajo, todo un tratado de poética y saber hacer: “La musa, el ángel y el duende… son el chispazo deslumbrante que propicia el raptus: la musa dicta, el ángel deslumbra, el duende quema y habita en las últimas habitaciones de la sangre, pero los tres, y sus desiguales resplandores, precisan del andamiaje sabio del conocimiento, el estudio y la técnica”. Ramón conoce su oficio, se entrega a él... Su autenticidad convence. Rechaza a los falsos intelectuales “Que se les niegue la tinta y el papel ya que no podemos avivar su inteligencia. So pena de destierro. O mejor, con penitencia de silencio”; cobija y ampara a los desvalidos, víctimas de males ideológicos o sociales, se compromete con la vida y con la literatura y, a modo de trovador – se encuentra muy cómodo en la veta popular – observa y dice, inventa y se recrea, para que podamos recrearnos con él. 

Estoy segura de que disfrutarán con el aire fresco que inspira esta bella prosa. Se columpiarán en las músicas de fiesta o de tragedia, se atreverán a ajustar cuentas, a tomar partido, como él lo hace. “Escribo en los bares. Entre el humo del tabaco – cigarro tras cigarro – y el sueño de la muerte… Nadie sabe dónde da la vuelta el aire. Nadie redime la absurda tragedia de los ángeles caídos.” Gracias, querido amigo. 

Esmeralda Sánchez. Pola de Siero. 13 de diciembre de 2012

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Asturias, amistad, poesía y Ramón García Mateos


El poeta Ramón García Mateos acudió al Antiguo Instituto de Gijón a hacer una lectura de sus obras. Fue presentado por el poeta Juan López Carrillo y acompañado con la música del artista Fran Allegre. La hospitalidad asturiana abrió sus puertas y a la convocatoria de Joaquín y Silvia De la Buelga, poetas y artistas -Felipe Prieto, Eusebio Ruiz, Miguel Ángel Caballero, Carlos Sierra... entre otros destacados creadores acudieron a arropar con su amistad al gran salmantino. Esto ocurrió en inolvidables días de diciembre 2012 en varios espacios asturianos que imaginamos desde la otra orilla de este sueño.
María García Esperón 

Ramón García Mateos en el Antiguo Instituto de Gijón, por Guillermo Ocio

Compartimos esta hermosa fotografía que presenta a Ramón García Mateos durante la lectura de sus poemas en el Antiguo Instituto de Gijón. El autor de la misma es Guillermo Ocio.


Ramón García Mateos junto a otros poetas y artistas en "La Encaramada"

Con motivo de la visita a Asturias de los poetas Ramón García Mateos y Juan López Carrillo, un grupo de artistas y poetas se han reunido en "La Encaramada", un mágico lugar en el que confluyen la poesía, el teatro, la música, la danza, las artes visuales y la naturaleza, cuyo creador y mentor es Joaquín de la Buelga.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Baza de copas: recomendación de la Biblioteca de Cambrils


La Biblioteca de Cambrils recomienda, a través de su bibliotecaria Rosanna Andreu, el libro Baza de copas: ajuste de cuentas, de Ramón García Mateos

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Encuentros poéticos en el Antiguo Instituto de Gijón



El viernes 14 de diciembre, a las 20 hs., se realizará la lectura de poemas de Ramón García Mateos en el Antiguo Instituto de Gijón.

El encuentro está organizado por las asociaciones culturales "Encadenados" y "Versos Libres", y será presentado por el poeta Juan López-Carrillo. La música estará a cargo de Fran Allegre.





lunes, 5 de noviembre de 2012

"He venido hasta aquí", de Ramón García Mateos, en la voz de Joaquín De la Buelga


He venido hasta aquí
(C) Ramón García Mateos

Voz: Joaquín De la Buelga
Selección musical: JBP
Edición: María García Esperón
La Caravana del verso 2012

"Me he despertado esta mañana", de Ramón García Mateos, en la voz de Joaquín de la Buelga


(C) Ramón García Mateos
De: Morfina en el corazón

Voz: Joaquín De la Buelga
Selección musical: JBP
Edición: María García Esperón
La Caravana del Verso 2012

sábado, 3 de noviembre de 2012

"Adivinar el tiempo ya pasado" de Ramón García Mateos, en la voz de Joaquín De la Buelga


El poeta no recuerda el pasado, lo anticipa.
Y no imagina el futuro, lo recuerda.
(Malversación de una cita de Carlos Fuentes)

Adivinar el tiempo ya pasado,
vislumbrar en palabras los recuerdos
como augurio del tiempo que vendrá.
Alba y premonición es la memoria.

El porvenir se extiende igual que un manto
bordado con agujas en pretérito.
Tejedor del futuro es el poema
remembrando palabras olvidadas.

Escribo con las voces de los muertos
y el eco de los años que he vivido.
Sobresalto y oráculo que dicta

esta crónica amarga del mañana.
Presiento lo que fui. Será ayer siempre.
De mi muerte aún tengo yo el recuerdo.

(C) Ramón García Mateos
De: Como otros tienen una patria

VIDEO
Voz: Joaquín De la Buelga
Selección musical: JBP
Edición: María García Esperón
La Caravana del Verso

lunes, 29 de octubre de 2012

"Baza de copas: ajuste de cuentas", por Jordi Ledesma

Baza de copas: Ajuste de cuentas, es la primera incursión en la narrativa de ficción del excepcional poeta salmantino Ramón García Mateos. Al concluir su lectura uno se pregunta por qué no lo hizo antes.


Como el que nace con un pan debajo del brazo, la obra se alza con el Premio Tiflos de cuento, en su edición de 2012.
El libro nos ofrece sesenta y tres relatos, que su autor prefiere llamar artefactos literarios y para ello pide permiso a Nicanor Parra, divididos en tres bloques, cuanto menos, volátiles.
La narración de García Mateos es como su poesía, medida y solemne, pero de una solemnidad que arranca sonrisas en muchos párrafos, a través de un humor ácido que la mayoría de veces conduce a la reflexión.
En sus personajes, algunos ilustres, encontramos, sobre todo, cotidianidad. Con maestría nos hace amena su rutina, plasmando un retrato social cargado de costumbrismo y transparencia en el que tropezamos, entre otras cosas, con curas de pueblo, amantes despechadas, forzudos homéricos o poetas borrachos. Pequeños extractos de vida que se entrelazan con el burbujear de las cafeteras, largos tragos de vino, amor y muerte. Realidades de color pálido como en los cuadros de Edward Hopper, un fragmento de uno de ellos ilustra la cubierta, quizás buscando el paralelismo, aunque en los textos de Ramón García no hallemos swing, ni teutones urbanitas ensimismados. Baza de copas suena a copla, es mediterráneo, rural, cañí, pero encierra la misma esencia de naturalidad solitaria. Si el maestro norteamericano,  a Hooper me refiero, hubiera nacido en Villares de la Reina, en Amposta o en Motril, no me cabe la menor duda de que habría pintado escenas como las que don Ramón describe.
Una lectura fundamental para adentrarnos en los miedos y pecados de una sociedad tan próxima como singular.
Jordi Ledesma

"Baza de copas" de Ramón García Mateos, por Antonio Gracia



Al filo de la epopeya,
una pluma errabunda engrana historias 
que teselan un mundo hostil y lúbrico.
El juglar, liberado del corsé
del poema y el cuento, se pasea
por la prosa y la lírica, 
la elegía y la sátira,
en una sociedad en la que acaso
solo el sexo mitiga la existencia.
Antología añil de narraciones
-desde la estampa hasta el microrrelato-
encabalgadas con sabiduría.
Un cuento contando cuentos,
pergeñándose en novela. 
La literatura es vida;
la vida es literatura.
"¿Que no viva, decís, o que no escriba?"

Premio Tiflos 2012.

Por Antonio Gracia, en su blog Mientras mi vida fluye hacia la muerte.

domingo, 28 de octubre de 2012

Baza de copas o de envidos a la vida, por Rafael Morales Barba


Rafael Morales Barba - Foto de RC Montesinos, 2011
Ramón García Mateos: Baza de copas. Ajuste de cuentas (Castalia/Edhasa, 2012)

 Baza de copas o de envidos a la vida. Así llega este zumo de prosas líricas, en algún caso concreto proemas, pero ganadoras de un premio de cuentos: el Tiflos  2012 de la editorial Castalia/Edhasa, especializada en textos bachilleres y universitarios. Sin embargo nada más ajeno a los cuentos hay en estos relatos y reportajes, anécdotas y vivencias, donde una manera de ver la vida hecha guiños cómplices (para los cómplices), salta y nos asalta. A Ramón García Mateos ya se le conocía su trayectoria como poeta e investigador en José Agustín Goytisolo, pero pocos sabían de esta tarea secreta como escritor de estos falsos cuentos, pulsiones y melancolías, insurgencias y compromisos. Además trae cierto mundo afectivo e intelectual de los nacidos en la España de 1960, donde los modelos intelectuales y escritores, viajes,  o lo rural y lo urbano, se fusionan trágica y cálidamente.

Ha escrito García Mateos uno de esos textos inclasificables que supuran desde un tiempo. Lo ha hecho con una prosa cálida y cuidada como pocas, templada y apasionante, deudora de una época en algún modelo narrativo, pero propia siempre. Muy personal y sin clichés en su afán de ser expresiva y comprometida, violenta y virulenta en ocasiones, pero en fin, decía el joven Andrés Amorós, literatura. Literatura cuidada en las tres secciones del libro, bajo el marco del Escribo en los bares. Y desde donde surgen escritores como Pier Paolo Pasolini, Claudio Rodríguez, Miguel de Unamuno entre un sinfín de ellos que se conjugan en primera con el pobre Gregorio y sus perros llegando con la primavera, con el maestro don Atilano, Casiano el asesino o el ciego Gaudencio entre otros. Las historias fingidas y verdaderas de aventuras y lances, de mujeres y  pueblos, con su tonto y su puta, donde Antonio Pereira y Francisco Umbral miran como una gitana vendedora de globos es aporreada por cierta policía municipal, se revelan nítidas. Donde el Cabrero canta a Borges. Ironía y compromiso, memorias de la aldea y ternura existencial, desde el pañuelo del húmedo sinsabor de la amargura brotan llenas de matices. Mucha ternura, mucha insurgencia y mucho deseo, desde el bar de Miguel con su fútbol  hasta las historias picantes, de amores y traiciones. Con sus debidos contrapuntos en el entrañable homenaje a María Mateos Varas. Y no es el único caso de un sentimental que ha sabido leer la prosa de una reciente tradición española. 

En definitiva estamos un ramillete de versos en prosa, siempre variados, y que se pueden leer espaciadamente. Si a este conjunto de memorias, reportajes y escenas, relatos y proemas se le ha dado en llamar cuentos no seremos nosotros quienes los marchitemos, pues ha merecido la pena leerlos en su frescura y fragancia, contrapuntos.  Y aunque sean otra cosa muy diferente a los cuentos al uso. Pero ya se sabe que estamos en la época de la fusión de géneros.

                               Rafael Morales Barba
Universidad Autónoma de Madrid

viernes, 26 de octubre de 2012

A Ramón García Mateos por Daguerrotipos moderadamente apócrifos, por María García Esperón


Ramón García Mateos
Daguerrotipos moderadamente apócrifos
II Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa 2011
La Ronda, Honduras
Primera edición, junio 2012


Gracias, Ramón García Mateos, por estos Daguerrotipos moderadamente apócrifos con los que no solo ganaste ese premio de Tegucigalpa y viniste a  América para confirmarnos huéspedes en la casa común de las palabras, sino que le devolviste a la letra sangre y a la palabra cuerpo y respiración y hombre completo que desespera y sueña que bebe y fuma y se muere de premoniciones y de recuerdos y se muere de amor ahí, en la hoja sobre la mesa, manchada la hoja de alguna bebida, impregnada la mano del olor del tabaco, musa de Homero y duende lorquiano y ángel terrible de Rilke y hasta, Ramón, unos demonios lúbricos y una Margarita mejor dibujada y más viva que –me perdone el dios Goethe al que confieso también mi pecado- mejor que la del Fausto

Sí, mejor, Ramón, que en estas tus letras continente en expansión, nos entregas mejorado prácticamente todo y a todos. ¿Qué o quién te falta por nombrar en las páginas de tus Daguerrotipos? Si cada uno es infinito y rumoroso y simplemente en Yo no tengo patria están la historia del mundo y las cábalas todas de los exilios todos y los miles de años y las miríadas de olas y el kaleidoscópico desierto innumerable… y tu código genético y el de todos los que te escucharon y aplaudieron allá en Tegucigalpa y se embriagaron sobriamente en el vino espeso antiguo de esa palabra tuya que es como la sangre para el azteca, que tanto la derramaba, agua preciosa.

Desterrado del tiempo de los héroes lo has vuelto a urdir en tu palabra y en este año 2012 en el que dicen que dijeron los mayas que el mundo acabaría, se cumple la cíclica promesa de Quetzalcóatl y alto y barbado y planetario has venido a la América central y esbelta a dar comienzo a un mundo nuevo con su nueva literatura, la que no es española ni hondureña solamente, sino universal y humana.

Desterrado del tiempo de los héroes, Ramón García Mateos, has venido a deletrearnos en la lengua de los dioses, que como tú, tampoco tienen patria, porque habitan en la casa común de las palabras. 

María García Esperón

jueves, 25 de octubre de 2012

Tres libros de Ramón García Mateos


Escribo en los bares. En la misma mesa. Siempre en la misma mesa. En todos los bares donde ellos escribieron. En el café Salesas con don Antonio Machado  o en el  de Levante con el gran Valle-Inclán. Por si se me pegara algo.
Ramón García Mateos

Si la poesía llegó a mi vida cuando todavía no sabía ni leer ni escribir siendo muy muy pequeñita, primero de la mano de Alfonsina Storni y luego a través de las canciones de María Elena Walsh, oficialmente la poesía española llegó a mi vida a los 13 años al iniciar la secundaria, muy especialmente con Antonio Machado. Junto a él recorrí España, la del corazón, la de las voces que la habitaban y latían, las voces que la despertaban y la revelaban. Esas voces poéticas eran nuevas pero a la vez conocidas. Eran íntimas, cercanas como las voces de mis vecinos y amigos mayores tan queridos, eran las voces de la España que ellos cantaban y me contaban al calor de mi infancia, las de la España que extrañaban y les dolía, las de su infancia.

Fue en cuarto año cuando la materia Literatura se dedicó en forma exclusiva a la literatura española. Aparecieron en mi vida los romances, la juglaresca, los cantares y las coplas y me enamoré de ellos profundamente. Estas voces eran tan antiguas como nuevas, de tan lejos y tan de adentro, tan de otros y tan mías, tan nuestras.

Fueron llegando poetas, voces, palabras, y eran las del pueblo. Cantaban la tristeza, el dolor, la belleza, la ternura, el humor, la picardía, el compromiso social, la pasión, el amor. Fue llegando cada uno con su voz propia y a la vez con las de sus antecesores, y siempre con el pueblo, con su grito, su lucha, su llanto y sus festejos, siempre con la gente. Era poesía y era canto, y era de todos y para todos. Igualito que en mi infancia con Alfonsina y con María Elena de quienes aprendí que mi acercamiento a la poesía sería siempre desde el asombro, la incerteza, el abismo y la canción, así me volqué a sus lecturas jamás desde el intento de explicación sino desde un lugar íntimo y silvestre.

Hace ya varios días atrás recibí tres libros de Ramón García Mateos. Dos de ellos premiados recientemente: Baza de copas: ajuste de cuentas, ganador del Premio Tiflos de Literatura de la ONCE en la categoría cuento, y Daguerrotipos moderadamente apócrifos, ganador del Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa. El otro libro es Memoria [amarga] de mí, un cuaderno de apuntes del año 2005, un diario en donde recoge sus experiencias de vida, anécdotas, viajes, opiniones, las vivencias más íntimas y profundas junto a su familia, el grupo Goliardos y demás amigos entrañables, vivencias impregnadas de poesía.

La lectura de estos libros de Ramón se suma a la lectura anterior de su antología Rumor de Agua Redonda que recoge los poemas publicados entre 1998 y 2010, además de otras lecturas que puedo realizar gracias a Internet.

He venido publicando en su blog De amor y de copla reseñas maravillosas que han hecho escritores y lectores sobre estas obras a la vez que el tiempo desde la llegada de los libros a mi casa se fue extendiendo y mi silencio sobre ellos también. Siempre me ha resultado muy difícil escribir una reseña, muy difícil plasmar en palabras lo que siento al leer un libro, todo lo que me moviliza, más aún si se trata de poesía.
Baza de copas: ajuste de cuentas ganó el Premio Tiflos de Literatura en la categoría cuento y dice Ramón en un texto bellísimo que escribió hace tiempo que poesía y literatura no son la misma cosa para inmediatamente agregar
el origen de la poesía no está en la letra escrita —salvemos el pleonasmo— sino en la palabra oral, viva y de repente, que se pierde en el tiempo, en la palabra sagrada, rito y conjuro, que descubre el mundo y lo crea y lo transforma.
La lectura de Baza de Copas: ajuste de cuentas, Daguerrotipos moderadamente apócrifos y Memoria [amarga] de mí resultó ser para mí un recorrido a pie junto al poeta, porque siento que Ramón es un poeta de a pie, errante y nómada –como él señala en uno de sus poemas-, que transita la vida paso a paso honrándola, traspasando espacio y tiempo, cultivando la amistad, el amor a los suyos, rescatando las palabras de los otros que en él se escriben, llevando consigo sus heridas y también sus risas, un poeta que lleva con él toda España y su gente, de norte a sur y de este a oeste pero también lleva las gentes de otros lugares como él mismo lo dice en otro de sus poemas titulado "Yo no tengo patria".  El nos trae la palabra oral, viva, sagrada que recrea al mundo y nos recrea.

Al leer estos libros encontré ese color local tan característico de España pero también encontré a Latinoamérica y el realismo mágico. Aunque no cumpla con las características del género, algo de eso hay en sus relatos de Baza de copas: ajuste de cuentas porque Gabriel García Márquez se me presentó caminando con Ramón, recorriendo juntos esos caminos. Son tantas las voces que hablan en la voz de Ramón y a la vez es tan propia y tan suya. Nos cuenta las historias de seres que nos resultan entrañables, otros contradictorios, algunos arrasados por la oscuridad más extrema y la desolación. Personas como nosotros y como los otros, como los que amamos y los que aborrecemos. Y allí, en las hojas de sus libros, están también sus lecturas, sus poetas y sus amigos, aquellos que lo tallaron y marcaron a fuego.

Si los poetas españoles que fueron llegando a mi vida a partir de la secundaria llegaron con su voz propia, la de sus antecesores y la del pueblo, así llega la voz de Ramón. En su obra están todas esas voces y la suya, y su compromiso como hombre y poeta.

En Poesía y literatura no son la misma cosa Ramón señala también que
la literatura nace de la invención —de la mentira— y el verso desgrana la verdad en gajos de emoción y de ternura
Para más adelante agregar:
la literatura es aire, dulzura que acaricia, mas el poema es luz que de tan pura hiere, resplandor que revela la negrura del alma, que inquieta las pupilas, deforma los cartílagos y purifica el tuétano del dolor.
Por otra parte en Baza de copas: ajuste de cuentas dice:
Escribo en los bares. Ocupo un rincón en penumbra, siempre de espaldas a la pared y con la mirada pendiente de la puerta.
Y ese escribo en los bares lo repite en Daguerrotipos moderadamente apócrifos. 
Desde esa penumbra donde Ramón escribe nace el resplandor que revela las almas, cada uno de los personajes reales o literarios que habitan las páginas de los libros revelan todas nuestras sombras.

En estos tres libros el lector encontrará relatos y anécdotas desbordantes de poesía y poemas en prosa de profunda intensidad que ahondan en la amistad, el amor, el sexo, la opresión, la injusticia, la muerte, la soledad, el deseo, la desolación, la complejidad y la contradicción en las relaciones humanas.  Son sus protagonistas personajes literarios, otros reales, poetas actuales y de otros tiempos, amigos, él mismo, creándose un ambiente de incertezas en donde se fusiona lo real con lo literario y no se sabe en donde termina la vida y comienza la literatura o viceversa. En sus páginas queda manifiesto el compromiso social del poeta y su desgarradura.

En el genial prólogo de Daguerrotipos moderadamente apócrifos, su autor el poeta cubano Luis Manuel Pérez Boitel dice al final, entrando en lo que tituló como Séptimo Árbol:
Así va sucediéndose el libro, a manera de tempus intelectivos que el creador ha denominado artefactos. La poesía como artefacto, como necesidad para la vida doméstica. Y pide así cierta disculpa a Nicanor, aunque yo dijera a García Mateos, a la manera de Eliot: The eyes are not here/ there are no eyes here/ In this valley of dying stars/ In this hollow valley / This broken jaw of our lost kingdoms. Y en estos reinos perdidos bajo estos daguerrotipos que la poesía asume como los trigales del lejano Oriente o la lluvia de marzo en una isla, visto aquí en la memoria de un hombre que se ha sentado bajo un árbol a contemplar el mundo, a la manera de Job.
Yo
confieso mi pecado.
En un texto publicado en el blog  Ramón señaló:
Por eso seguimos escribiendo versos, para que alguien, algún día, enjugue con ellos su corazón ensombrecido.
Ramón nos devuelve la palabra en tiempos en donde en el mundo muchos olvidaron de qué se trata, y olvidaron además esta cuestión de celebrar la vida, la amistad, de honrar la dignidad humana. No hay celebración sin el pueblo, sin la gente, sin cada uno de nosotros. No hay celebración si es de unos pocos y no hay pueblo sin la suma de las diferentes voces. La palabra es de todos y para todos, la poesía nos pertenece como nuestra memoria, la necesitamos en el día a día para los pequeños actos que son los grandes actos que nos transforman y transforman la sociedad, es vital para transitar hacia el futuro. ◘ Alejandra Moglia.

García Mateos, Ramón. Baza de copas: ajuste de cuentas. Barcelona: Castalia, 2012.
García Mateos, Ramón. Daguerrotipos moderadamente apócrifos. Tegucigalpa: Alcaldía Municipal del Distrito Central, 2012
García Mateos, Ramón. Memoria [amarga] de mí (Cuaderno de verano, 2005). Tarragona: Silva, 2006


Blog del poetaDe amor y de copla

domingo, 14 de octubre de 2012

UN XARNEGO DEL RAVAL: En record de Manolo Vázquez Montalbán



El 18 de octubre, a las 19:30 hs., se desarrollará Un Xarnego del Raval: en rocord de Manolo Vázquez Montalbán

El evento, organizado por el Ateneu Roig, se realizará en la Biblioteca de Cambrils. 

Participan del mismo: 

"Per la boca mor el peix", Joan Josep Pujadas Muñoz (Catedràtic d’Antropologia Social de la URV) 

"MVM i l’esport",  Joan Rius Sant (Catedràtic d’Educació Física a l’ Institut Cal·lípolis de Tarragona) 

"Entre coplas y boleros: la subversión de la cultura", Ramón García Mateos (Catedràtic de Llengua i Literatura Espanyoles a l’Institut Cambrils)

lunes, 8 de octubre de 2012

"Baza de copas. Ajuste de cuentas, Ramón García Mateos", por Ignacio Sanz



Compartimos la reseña de Ignacio Sanz sobre Baza de copas: ajuste de cuentas, de Ramón García Mateos. Dicha reseña ha sido publicada en "La tormenta en un vaso".

El poeta y profesor Ramón García Mateos, salmantino recriado en Galicia, que recaló en la adolescencia en Cataluña y, desde allí, en Cambrils, viene agitando las aguas de la cultura a través de foros, aulas, encuentros, grupos musicales, jornadas de todo tipo, recibió el XXII Premio Tiflos de cuentos por el libro que suscita este comentario. El libro destila recuerdos, medias verdades, porque el lector sospecha que también, entre los recuerdos se cuelan algunas invenciones o medias mentiras. Todo convenientemente trufado.
Para empezar su prosa es limpia y transparente como los cielos de Salamanca. Una prosa salpicada de lecturas, de guiños, de homenajes íntimos a escritores y poetas que pasaron por su vida y le dejaron huella. El Blas de Otero más surealista de Historias fingidas y verdaderas parece que se cuela a veces en estos cuentos que tienen mucho que ver con la propia memoria del poeta. De ahí que Salamanca, Galicia y Cataluña salpiquen estas páginas que a ratos resultan desgarradoras porque el poeta se desnuda y nos muestra esquirlas de pesadumbre y su dolor, a ratos paródicas y a ratos encandilantes, como si nos tuviera sentado en la mesa de madera de una taberna y allí, con un carajillo en la mano, nos llevara a pasear, ahora con Cunqueiro en una noche de excesos y crímenes dignos de romances de ciego, tan caros al poeta; ahora con el Perucho erudito que encuentra en el recodo de un libro una noticia curiosa de la que nos hace partícipes; ahora con el poeta Geral Vergés, cuya obra tradujo en su día con pulso firme; ahora con su gran amigo, el poeta Juan López Carrillo, dado a los excesos y a los epigramas, en la estela deslumbrante de Catulo.
A veces los cuentos carecen de vocación narrativa, son simples apuntes, notas tomadas a vuelo, aguijones venenosos, como los epigramas de López Carrillo que dejan un regusto largo en el paladar.
Estamos ante un escritor que lo ha leído todo, desde Lezama a Borges, desde José Agustín Goytisolo a Estellés. Con los más próximos ha vivido episodios curiosos de los que deja constancia en estas páginas apasionadas; estamos ante un escritor que lo ha escuchado todo, de Ovidi Montllor a Joaquín Díaz o Paco Ibañez. Y nos hace partícipes de lo que ocurrió en un escenario, a veces una simple anécdota que valdría por un tratado.
Además de las múltiples lecturas, García Mateos ceba estos cuentos memoralísticos con las historias escuchadas a los más próximos, especialmente a sus compañeros de trabajo. De ahí que el libro recale a veces por Almería o por Ariza para trasladarnos la historia que Pepe Jiménez o José Antonio Corella le han contado, precisamente para que él, un sabio del buen contar, nos la traslade la historia, limpia de adherencias locales.
Baza de copas no se puede escribir con pocos años. Es necesario haber vivido mucho, haber leído mucho, haber escuchado mucho para que luego el poeta, trasmutado en prosista, en las altas horas del insomnio, recree lo esencial de ese bagaje vital en su cuaderno visionario.
Me han impresionado algunos relatos íntimos, como la muerte de su tía salmantina, de la que hace repaso pormenorizado de su vida abnegada y servicial. Y me ha impresionado la amenidad, la ligereza, el aire fresco que recorre estas páginas como una brisa cambiante que estimula la memoria.
                                                                                                                          Ignacio Sanz 



FUENTE

Sanz, Ignacio. Baza de copas. Ajuste de cuentas, Ramón García Mateos. En: La tormenta en un vaso, 8 de octubre de 2012.

domingo, 7 de octubre de 2012

"Eres como la rosa..." de Ramón García Mateos, en la voz de María García Esperón



Para Gemma, estas coplas nacidas al calor de la voz grande de Enrique Morente. Y para que Pepe las cante.

Eres como la rosa
de Alejandría
colorada de noche
blanca de día:
flor de mi ramo
para mi niña blanca
canela y clavo.

Amapola del campo
dulce jazmín.
Son tus ojos mi niña
flor de alhelí:
clavo y albahaca
para mi blanca niña
la luz de alba.

Morenita la cara
fuego en los labios
y un corazón con alas
pa volar alto:
alba del día
por tu boca la luna
me sonreía.

Como la luz del aire
libre te quiero.
Libertad que acaricia
la flor del tiempo:
sonrisa nueva
tierna como una rama
de yerbabuena.

(C) Ramón García Mateos
En: Memoria [amarga] de mí. (Cuaderno de verano, 2005)

Voz: María García Esperón
Música: Canon flamenco 2012

martes, 2 de octubre de 2012

"Yo no tengo patria" de Ramón García Mateos, en la voz de Joaquín de la Buelga


A Chicho Sánchez Ferlosio.
Escuchando a Jorge Drexler.


Yo no tengo patria. Habito en la casa común de las palabras. Errante y nómada. Pude nacer berebere en el desierto, con aroma de té verde y jazmín entre las manos, albahaca y cilantro en la memoria. Vagabundo por las dunas de alheña de tu cuerpo. Desterrado del tiempo de los héroes. Nómada y errante. Entré en España en los albores del siglo XV, acunado por los cantos ondulantes de viejas egipcianas: anduve los caminos, azotaron mi cuerpo, grabaron con fuego mi conciencia, cortaron finalmente mis orejas. Errante y nómada. Salí de mi casa, con patio y con aljibe, y me llevé una llave que guardaba la sombra del recuerdo: Sefarad con luz de limoneros y una estrella de David sobre mi puerta, señal de sangre y augurio de la muerte. Como en Berlín, como en Varsovia. Errante. Nómada. Crucé allende los mares en la bodega de un barco caribeño, con la quimera del pobre de encontrar El Dorado en las Américas, hasta un bohío muy cerca de Cienfuegos: azúcar, ron de caña, hambre, mucha hambre, y un augurio de sueño y rebeldía. Nómada. Errante. Y regresé de nuevo, salí de la Argentina, de Chile, de Uruguay… huyendo de la necesidad y los tiranos, susurrando una vieja tonada en prolongados insomnios de sangre y de terror, retornando en la noche, allí, a la ESMA, hierro en mi carne, hijos de puta, cuánto dolor y cuánto miedo, de regreso otra vez. Errante y nómada. Me llamaron sudaca, charnego, indio, maqueto y, hasta un día, con tono despectivo, me gritaron al rostro: castellano. Trabajé de peón y jornalero por un pobre salario de emigrante. De sombra a sombra. Nómada y errante. Hago mía su canción, con aires de milonga melancólica:

Perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.
Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé qué Dios es el mío
ni cuáles son mis hermanos.

Errante y nómada. Habito en la casa común de las palabras. Yo no tengo patria.

(C) Ramón García Mateos. 

Daguerrotipos moderadamente apócrifos
Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa


lunes, 24 de septiembre de 2012

"BAZA DE COPAS, Ramón García Mateos". Reseña de Antonio Tello

Compartimos la reseña del escritor Antonio Tello sobre el libro Baza de copas. Ajuste de cuentas, de Ramón García Mateos. La misma ha sido publicada en su blog "MIS [RE]LECTURAS"

 
Baza de copas: ajuste de cuentas
(Edhasa-Castalia Ediciones, 2012), de Ramón García Mateos, llega con la vitola del XXII Premio Tiflos de Cuentos, y con la jerarquía de un riguroso ejercicio narrativo elaborado a partir de una pulsión poética de tradición popular. De aquí que la lectura de este libro se revele como eco de las voces de rapsodas y bardos que, desde el más remoto pasado, han nutrido la memoria colectiva.
Los cuentos y relatos reunidos en Baza de copas: ajuste de cuentas  enuncia el deseo del autor de armonizar el mundo desde su oficio y, aunque diga que «cada cual aguante su vela», no hay aquí cobranzas  de deudas, ni literarias ni personales, que menoscaben la posición del narrador y acoten el sentido último de un libro en cuya escritura late la sinceridad del poeta.
Ramón García Mateos en tanto poeta considera estos artefactos -palabra que usa en homenaje al gran Nicanor Parra- vehículos de relación de hechos más o menos cotidianos que se elevan y elevan a sus protagonistas a la singularidad precisamente por el hecho mismo de ser relatados. Esta intención resulta crucial porque alimenta la oralidad de una escritura literaria a la que la modernidad ha venido despojando de esta característica en favor de la incomunicabilidad y del hermetismo propiciados por las élites culturales. En este sentido, RGM se reivindica no sin orgullo como poeta de raigambre popular, sin que por ello caiga en el costumbrismo o en el simplismo para contentar a los simples. RGM reclama la voz del poeta para que asuma en plenitud su papel social y cuente aquello que, a su juicio, debe ser contado. 
En este ajuste de cuentas que propone el poeta, poco importa que las piezas que componenBazas de copasconstituyan una mezcla de cuentos, relatos, anécdotas e incluso comentarios, porque lo vital para rehumanizar la expresión escrita es devolverla al arte de contar y restituir el vínculo más directo y entrañable con el otro. No es caprichoso que RGM inicie su serie de cuentos situando al poeta -situándose-, en un lugar público y proyectándolo -proyectándose- como un jugador del far west con la muerte siempre acechándolo por la espalda.[Escribo en los bares. Ocupo un rincón en penumbra, siempre de espaldas a la pared y con la mirada pendiente de la puerta, como en las viejas películas del oeste...]. Porque es desde ese «rincón en penumbra» que puede observar la realidad y contarla sabiendo que el relato de la verdad entraña peligro. Porque el poeta sabe que no hay relato como no hay poema sin verdad. Sin ésta el poema o el relato no son poema o relato sino excrescencias políticas, ideológicas, religiosas o económicas. Y lo que trasunta Baza de copas: ajuste de cuentas es esa vigorosa naturalidad que surge de lo verdadero, de lo esencialmente poético.
Antonio Tello

domingo, 23 de septiembre de 2012

Presentación de "Baza de copas. Ajuste de cuentas", en la Biblioteca Pública de Vila-Seca



El 28 de septiembre, a las 19 hs., Ramón García Mateos presentará su libro "Baza de copas. Ajuste de cuentas" en la Biblioteca Pública de Vila-Seca.






sábado, 22 de septiembre de 2012

"Baza de copas. Ajuste de cuentas", en la mirada de Mateo Sanz de Santos

Baza de copas. Ajuste de cuentas, de Ramón García Mateos, en la mirada de Mateo Sanz de Santos.


"Baza de copas. Ajuste de cuentas" en la mirada de Agustí Ortoneda Fosch

Baza de copas. Ajuste de cuentas, de Ramón García Mateos, en la mirada del fotógrafo Agustí Ortoneda Fosch, autor de las fotos de solapa de este libro y de Daguerrotipos moderadamente Apócrifos.







Fotos © Agustí Ortoneda Fosch
VER:

Presentación de "Baza de copas. Ajuste de cuentas" en la Biblioteca de Cambrils

Compartimos algunas fotos de la presentación de "Baza de copas. Ajuste de cuentas", de Ramón García Mateos en la Biblioteca de Cambrils el pasado 21 de septiembre.



Fueron los presentadores Rosa Fusté AntichRosana Andreu Febas y Ramón García Mateos.
Las fotos han sido tomadas por Álvaro García Martorell.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

"Sobre Baza de copas. Ajuste de cuentas de Ramón García Mateos", por Maribel Moreno




            Resulta evidente por qué nunca jugaré una partida de cartas con Ramón, poeta de pluma dulce y tiro certero: a nadie le gusta saberse vencido a priori.  Prefiero, sin duda, como buen crupier, barajar y cortar las cartas a mi antojo, como hago ahora con esta su Baza de copas.

            Barajo sus cartas con maestría, cual cascada incesante por la que asoma el paso del tiempo que no conoce de historia mesurable, al igual que la muerte. Muerte de la sota, del caballo o del rey, del padre, del poeta o del amigo. Descienden por las aguas de timba todos aquellos que nunca tuvieron no ya lo que algunos denominan patria, sino hogar y que, errantes, caminan eternamente de la mano de la palabra y de la poesía que no descansa en ninguna mesa ni se aloja en pluma alguna.

            Tras los primeros cortes de la baraja, dispongo sus cartas sobre el verde tapete dibujando círculos alrededor de una, escogida al azar: el as de copas. Como anillas que amaga el tronco de un árbol, ejercen sobre ella fuerzas no sé si centrífugas o centrípetas, pero siempre a merced de la intensidad de los sentimientos. Al girarlas, sus cartas cuentan mágicas historias de personajes deliciosamente descritos, como Fabián Minguela o “El Sarda”; hablan de familia, paisajes y recuerdos de unas tierras que aún saben a niñez y a aventuras de juventud; dibujan, desnudos y humanizados, célebres poetas; fantasean sobre el sexo y el deseo, algunas veces -pocas- de forma sugerida y muchas de manera expresa; ensalzan la amistad (insuperables las palabras dedicadas a López-Carrillo); se indignan ante la injusticia y el abuso de poder; critican la religión y lo ruin del pensar colectivo; transcriben magistralmente cotidianas conversaciones de bar o de consulta de médico; narran bellísimos poemas en prosa de gran dramatismo; nos deleitan con su exquisita riqueza léxica y plástica; consiguen, desde la aparente simplicidad de un juego de naipes, que la emoción reverbere en nuestro interior como lo hacía en las pupilas inertes de Gaudencio. 


Maribel Moreno

domingo, 16 de septiembre de 2012

Baza de copas, por Fernando Parra



Comparto un fragmento de la reseña de Fernando Parra, publicada en el blog "Cesó todo y déjeme"que realiza junto a Beatriz Pastor.

El último libro de Ramón García Mateos se titula Baza de copas (Castalia/Edhasa) y ha sido recientemente galardonado con el Premio Tiflos de Cuento convocado por la ONCE.
Lo primero que urge destacar, feliz urgencia que no puede esperar por lo insólito en el campo de la prosa, es que se trata de un libro llamado a perdurar. Y esto no es decir poca cosa si pensamos en esa tendencia impuesta por la llamada literatura de entretenimiento que convierte al libro en un producto de consumo fugaz, material fungible que caduca una vez aquél ha cumplido con su cometido estrictamente lúdico. El libro de García Mateos no compartirá espacio en el anaquel de las cáscaras. He leído la obra 3 veces y cada una de las lecturas ha reportado al espíritu el mismo placer estético y esa atmósfera inconfundible que preludia el ingreso en el espacio sagrado de la verdadera literatura, tras cuyo umbral permanecemos ya para siempre.
Uno de los factores que contribuyen a la inmortalidad de Baza de copas es que la obra se alimenta de la propia literatura y bebe de su elixir, que es siempre garante de eternidad. Recoge el libro estampas líricas de algunos de los escritores fetiches de nuestro autor, escritas con un amor delicado, nostálgico, en ocasiones desgarrado; otras veces se reformula el mito clásico, como en el delicioso capítulo de Ariadna o aquel otro donde El maestro y Margarita, de Bulgákov, adquiere bajo la luz lírica de Ramón una tornasolada y mágica irrealidad; hay momentos donde literatura y vida -¿acaso no son lo mismo?-, se confunden para buscar a Plinio en Tomelloso, charlar con la estatua de Cunqueiro en Mondoñedo o con la de Torrente Ballester en el Novelty, aunque esta vez no cuajara el sortilegio de la madrugada; finalmente, hay capítulos donde se reflexiona sobre el propio quehacer creativo. (Seguir leyendo en Cesó todo y déjeme)

El prof. Parra nos recuerda también que

Ramón García Mateos presentará su Baza de copas. Ajuste de cuentas el próximo viernes 21 de septiembre en la Biblioteca Municipal de Cambrils a las 19h.

FUENTE

Parra, Fernando. Baza de copas. En: Cesó todo y déjeme, 16 de septiembre de 2012

martes, 11 de septiembre de 2012

Rumor de agua redonda, por Juan López-Carrillo




Rumor de agua redonda (Antología 1998 - 2010) de Ramón García Mateos no es una antología poética de Ramón García Mateos,

tampoco el montacargas de lignito que lo eleva hasta la Luna en las fiestas de guardar. Desde allí, el poeta nos observa como las criaturas que un día fuimos, ya inanes, hasta que la mano de ajenjo, romero y wolframio nos vuelve a dar forma y sentido;

tampoco el hontanar de poesía forjada con vista, oído, olor, sabor y tacto; 

tampoco Claudio Rodríguez, Paco Ibáñez, Blas de Otero, Juan Carlos Mestre, Nicanor Parra, Rafael Alberti, Ramiro Pinilla, los Goliardos, Nancy Morejón, Miguel Hernández y José Hierro tomando vino, café, whisky y aguardiente en la Plaza Mayor de Salamanca, discutiendo sobre si Cerralbo fue antes o después de Ramón García Mateos, minutos previos al inicio de la Vuelta Ciclista a España. 

tampoco la boveda de una ermita que aspira a catedral y se derrumba en año bisiesto; 

tampoco el agua del pozo que sale fresca y belicosa por las mañanas y que el poeta bebe apoyado en el brocal, con gesto de torero antiguo, mirando hacia ese horizonte que un día le llevará a Tegucigalpa, pasando por Paris y haciendo noche en Atlanta. Nada queda lejós del verbo ni de la oración copulativa, siempre dispuestos a levantar un mundo nuevo; 

tampoco una canción de José Alfonso, de Moustaki o de Chicho Sánchez Ferlosio mientras los niños meriendan pan con vino tinto y azucar o con una onza de chocolate. 

tampoco la memoria calcarea de los muertos, convexa tras lamer el óxido de calcio de los huesos, fragmentos de esqueletos que yacen ocultos bajo el hormigón de la tragedia, hundidos ya para siempre los andamios que sostenían el jenjibre y el amaranto, los paseos por Zamora, Granada, Salamanca, Roma, Buenos Aires, Lisboa, Segovia y el malecón de la Habana, y el dulce beso que llega al mediodía antes de que se pudra el tiempo; 

tampoco la lengua castellana, generosa, abierta de piernas a la curiosidad infantil, cuando esta descubrió, subida a una hipoteca, que todo quedaría bajo el manto de la palabra. 

tampoco el poeta durante los meses de julio y agosto, sosteniendo sus entrañas en las manos –antes de ponerse a escribir–, las visceras que nunca nos mostró, higado, corazón, pancreas, estómago, pulmones, intestinos... órganos que los demás sólo intuimos tener y que dan al cuerpo la sustentación real y a la certeza, su saber. Ramón lo descubrió hace tres mil años, por eso abre los ojos, te mira a la cara y torna a escribir;

tampoco el que él sepa quien es, y sepa de donde viene, y sepa cual es su sitio, y sepa porqué escribe. Yo también descubrí quien es, nadie se llame a engaño. 

tampoco Cesar Vallejo, Félix Grande, Federico García Lorca, José Agustín Goytisolo, Antonio Carvajal, Antonio Machado, Ignacio Sanz, Fernando Pessoa, José Antonio Labordeta, Aníbal Núñez, Rafael Guillen y Fray Luis de León, dando voces por las calles de Reus, discutiendo sobre el Cántico Espiritual de Juan de Yepes, buscando en la madrugada algún bar de mala muerte tras perder el tren de la anochecida; 

tampoco la Semana Santa de Sevilla, encarnecida, hecha forma en la figura de María de Magdala, mientras dos camareros lloran desconsolados frente al televisor; 

tampoco un niño con cabás que orina desde la copa de un nogal, meándose, mediante hermosa parábola, en la boca de la ignominia y de la injusticia sempiterna. El tomillo y la copla, las sabinas, los romances, los olivos, las amapolas, el soneto y la nana, los jarales, el romero y el espliego envuelven y abrazan al chiquillo, extienden su manto y lo ascienden con aromas de tierra y con voz de pueblo, por encima del castillo de la Rosa de Jericó. El niño, feliz, tararea una canción que estremece a la muerte; 

tampoco los paseos con Gerard Vergés por Cambrils, haciendo parada en la Ampolla, mientras la raíz de la mandrágora se hundía cada vez más en la insoportable levedad del verso y se dejaba caer expectante en El jardín de las delicias del Bosco. Mientras tanto, al sur, en Alcoy, Vicent Andrés Estelles y Ovidi Montllor mezclan en el mismo vaso, un chorro de anís, otro del Canto General de Neruda y otro de coñac; es la hora del crepúsculo, del orín y la sosa caústica, 

tampoco el filo de una navaja de afeitar que se mueve impaciente entre las ingles, como una fría lengua deseosa de saborear la merecida sangre; 

tampoco el claustro medieval desde el que Ramón Oteo daba clases a sus alumnos hablando de Garcilaso y del Lazarillo, de Quevedo y de Góngora, de Cervantes y de Jorge Manrique, y donde Ausiás March, años antes, recogío la flor de azahar de sus naranjos. En las paredes de las galerías de ese claustro hubo inscripciones grabadas en mármol dedicadas a Lope de Vega, Cervantes, Quevedo y Calderón, y una mano xenófoba, conservada en zotal, las mandó retirar y ocultar; 

tampoco el poeta que desde los medios mira con gesto altivo y sosegado al tendido y a las gradas, momentos antes de igualar a la muerte, instantes antes de entrarle con genio y valentía, tras escribir con almizcle y cal: mortal y revivido para siempre; 

porque Rumor de agua redonda (Antología 1998-2010) de Ramón García Mateos no es una antología poética de Ramón García Mateos, 

es la razón concava de todo lo anterior antes de ser escrita su primera y última página.

Juan López-Carrillo

Como una copla


De los álamos el viento,
de los juncos nace el agua
y de una copla de amor
Beltrán nació en Salamanca.

Cantan los platos
sobre la mesa
cuando se tocan
las panaderas.

Como la copla de ronda
nacida de una enramada
con flores de primavera
entre los labios de Laura.

Cantan los vasos
y la botella,
danzan airosas
las tejoletas.

Con ecos del romancero
y canción enamorada
brezan sus sueños de niño
rumores de tierra en calma.

Cantan sartenes
y tapaderas
con alegría
de luna nueva.

Ramón García Mateos

jueves, 6 de septiembre de 2012

Yo nací berebere en el desierto, de Ramón García Mateos - En la voz de María García Esperón



Yo nací berebere en el desierto,
mas no guardo el recuerdo
de aquella epifanía.
Sólo mi tez cetrina lo delata.
Y estos ojos que miran,
invisibles y ocultos,
el lejano silencio que aletea
en los sueños sin luna de mis noches.
Sí vive en mi memoria
una antigua añoranza
de especias y pan ácimo,
hierbabuena que aroma las terrazas,
pipa de kif que lentamente humea,
nostalgia sosegada
con té verde y limón.

Yo nací berebere en el desierto
y tuve un reino hermoso junto a un río.
Territorio de luz entre mis sueños,
un reino sin fronteras
-mi vieja libertad de rey mendigo-,
el tiempo inacabable ante mis párpados,
la luna que desdobla
su brillo diamantino
tras las dunas de alheña por tu cuerpo.
Mi patria desolada
perdida para siempre:
la flor del azúmbar,
el perfume de los espicanardos,
el aroma a cilantro y a canela.

Yo nací berebere en el desierto
cuando selló cancelas
el tiempo de los héroes.
Los rumores de antaño
anegan con sus voces
el frío silente de la madrugada:
rumor de agua redonda por las norias,
rumor celeste y alfanje ensangrentado,
rumor lejano de caballo en llama,
rumor que brilla sobre tu piel desnuda,
susurro de la carne,
murmullo del deseo.
De aquel tiempo pasado,
con caminos abiertos
hacia la claridad más pura,
no perdura ni un rastro
allende del silencio:
mi memoria es el libro
sagrado de la muerte.

Yo nací berebere en el desierto
y aunque no tuve nada
ya todo lo he perdido.
El pulso de tu aliento entre mis besos,
la llave de una casa que fue mía,
el olor de la albahaca
colgando en mi ventana.
Todo,
ya todo lo perdí
al vuelo del azor y el gavilán
—se lo llevara el agua,
se lo llevara el tiempo—,
ya todo lo perdí como un castigo
que nubla el horizonte en el ocaso,
que nubla la claridad del mediodía,
que nubla mi futuro de fantasmas.

(C) Ramón García Mateos
En: Rumor de agua redonda
Voz: María García Esperón
Música: Jordi Saall. Diáspora sefardí
2012

miércoles, 29 de agosto de 2012

Presentación de "Baza de copas. Ajuste de cuentas" en la Biblioteca de Cambrils


El 21 de septiembre, a las 19 hs., Ramón García Mateos presentará su libro "Baza de copas. Ajuste de cuentas", editado por Castalia, en la Biblioteca de Cambrils. 

Esta obra recibió el Premio Tiflos de Literatura 2012  en la Categoría Cuento.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Malos tiempos, de Ramón García Mateos, en la voz de María García Esperón



Además una cosa:
El poeta está ahí
para que el árbol no crezca torcido.
Nicanor Parra

Malos tiempos. Malos tiempos cuando la poesía no sirve para nada. Poesía como un grito, navajazo que saja la pupila del tiempo. Cantar de amigo. Canto de albada. El poeta es un ser ridículo que siente su desvalimiento con palabras. Tiempos oscuros. Nadie canta entre las ruinas este tiempo. Gemimos complacientes con nuestro dolor inútil. Silbamos en re menor melodías lastimeras al borde del abismo. Huimos del mundo para emboscarnos entre las sombras de nuestra cobardía cómplice. Tiempos oscuros. Malos tiempos cuando la poesía no sirve para nada. Poesía seminal para preñar el vientre del asombro., un sexo en erección desmesurado. Tristes endechas. Luz de enramada. El poeta es siempre apócrifo de sí mismo, triste actor de su propia tragedia. Silencio entre los escombros de la casa común de las palabras. Y entre los despojos de la libertad. Habrá que remediarlo. Y en voz alta.


(C) Ramón García Mateos

EN: Daguerrotipos moderadamente apócrifos
II PREMIO IBEROAMERICANO DE POESÍA JUEGOS FLORALES DE TEGUCIGALPA 2011

sábado, 4 de agosto de 2012

"Yo no tengo patria", de Ramón García Mateos, en la voz de María García Esperón


A Chicho Sánchez Ferlosio.
Escuchando a Jorge Drexler.


Yo no tengo patria. Habito en la casa común de las palabras. Errante y nómada. Pude nacer berebere en el desierto, con aroma de té verde y jazmín entre las manos, albahaca y cilantro en la memoria. Vagabundo por las dunas de alheña de tu cuerpo. Desterrado del tiempo de los héroes. Nómada y errante. Entré en España en los albores del siglo XV, acunado por los cantos ondulantes de viejas egipcianas: anduve los caminos, azotaron mi cuerpo, grabaron con fuego mi conciencia, cortaron finalmente mis orejas. Errante y nómada. Salí de mi casa, con patio y con aljibe, y me llevé una llave que guardaba la sombra del recuerdo: Sefarad con luz de limoneros y una estrella de David sobre mi puerta, señal de sangre y augurio de la muerte. Como en Berlín, como en Varsovia. Errante. Nómada. Crucé allende los mares en la bodega de un barco caribeño, con la quimera del pobre de encontrar El Dorado en las Américas, hasta un bohío muy cerca de Cienfuegos: azúcar, ron de caña, hambre, mucha hambre, y un augurio de sueño y rebeldía. Nómada. Errante. Y regresé de nuevo, salí de la Argentina, de Chile, de Uruguay… huyendo de la necesidad y los tiranos, susurrando una vieja tonada en prolongados insomnios de sangre y de terror, retornando en la noche, allí, a la ESMA, hierro en mi carne, hijos de puta, cuánto dolor y cuánto miedo, de regreso otra vez. Errante y nómada. Me llamaron sudaca, charnego, indio, maqueto y, hasta un día, con tono despectivo, me gritaron al rostro: castellano. Trabajé de peón y jornalero por un pobre salario de emigrante. De sombra a sombra. Nómada y errante. Hago mía su canción, con aires de milonga melancólica:

Perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.
Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé qué Dios es el mío
ni cuáles son mis hermanos.

Errante y nómada. Habito en la casa común de las palabras. Yo no tengo patria.


(C) Ramón García Mateos. Daguerrotipos moderadamente apócrifos
Premio Iberoamericano de Poesía Juegos Florales de Tegucigalpa