domingo, 28 de agosto de 2011

Goliardos: "La vida a veces", de Jaime Gil de Biedma


Versión del grupo de poesía y música Goliardos del poema "La vida a veces" de Jaime Gil de Biedma. Recita Ramón García Mateos

domingo, 21 de agosto de 2011

Poesía y literatura no son la misma cosa, por Ramón García Mateos

Poesía y literatura no son la misma cosa:


el origen de la poesía no está en la letra escrita —salvemos el pleonasmo— sino en la palabra oral, viva y de repente, que se pierde en el tiempo, en la palabra sagrada, rito y conjuro, que descubre el mundo y lo crea y lo transforma


la poesía no es heredera de la vida, la poesía es la misma vida que bulle en el corazón de las palabras, palabras que son la vida misma, el corazón de un hombre: una palabra


no escribimos el poema —barro y materia—, es el poema quien nos escribe, nos informa, nos construye: razón y conocimiento, pasión e inteligencia.


Poesía y literatura no son la misma cosa:


la literatura nace de la invención —de la mentira— y el verso desgrana la verdad en gajos de emoción y de ternura


la poesía es numen creador, dios de la blasfemia, redentor apóstata que nos salva de la equimosis del tiempo


la literatura es aire, dulzura que acaricia, mas el poema es luz que de tan pura hiere, resplandor que revela la negrura del alma, que inquieta las pupilas, deforma los cartílagos y purifica el tuétano del dolor.


Poesía y literatura no son la misma cosa:


matrimonio es la letra, es la ley, el contrato: la poesía es la puta, es la amante que nos lame el sexo, que destruye firmezas, que esconde entre sus muslos la flor de una pasión


la poesía es la absenta, Baudelaire y el ajenjo, es la pipa de kif, el incesto y el hambre, el mendigo y un grito en el filo imposible de una navaja de afeitar


literatura es la siembra, esperanza y futuro, recolección y vendimia: en el verso más puro sólo hallamos un páramo que jamás nos consuela, donde no hay confianza ni aliento ni promesa, sólo cáncer y sueño, contraseña que esconde la medida del miedo.


Poesía y literatura no son la misma cosa:


claro está que hablo de lo que escriben los poetas, esos poetas que dejan la vida crucificada en las palabras: Juan de Yepes, César Vallejo, Blas de Otero...


esos poetas que escriben con la sangre y con el pulso de la muerte: Jorge Manrique, Garcilaso, el gran Aldana...


poetas del desamparo y la amargura: voces anómimas que gimen al compás de una guitarra....


poetas para el clamor y la memoria: Quevedo, Rosalía, Machado, García Lorca...


Poesía y literatura no son la misma cosa:


no, porque escribir como ellos escriben le cuesta a uno la vida.


Ramón García Mateos




Óleo de César Vallejo por Bruno Portuguez Nolasco

martes, 16 de agosto de 2011

Goliardos: "Baladilla de los tres ríos", de Federico García Lorca (fragmento)


Goliardos en el castillo templario de Barberà de la Conca,Tarragona. Recita Ramón García Mateos.

"Goliardos. Poesía y música" está compuesto por Ramón García Mateos, Pepe Jiménez y Manolo del Ojo.


BALADILLA DE LOS TRES RIOS

A Salvador Quintero

El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada
uno llanto y otro sangre.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

Para los barcos de vela,
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Dauro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

¡Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de gritos!

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

Federico García Lorca

sábado, 6 de agosto de 2011

Goliardos: "Como el eco", de José Agustín Goytisolo


Precioso poema de amor, del libro "Los pasos del cazador" (1980) de José Agustín Goytisolo, que aquí borda Manolo del Ojo, con los coros de Pepe y Cristina. Ramón García Mateos

miércoles, 3 de agosto de 2011

"La poesía no sirve para nada", por Ramón García Mateos

Este tiempo nuestro, suma de instantes que quisieran conducirnos hacia la vaciedad moral de un positivismo transformado en norma de vida y de conducta, considera inútil toda sabiduría cuyo objetivo sea el de restañar las heridas del alma. La poesía ha caído en desgracia porque no hay tarea más inútil que reconocer y construir el mundo en el cauce de un verso cuando nos han robado incluso, desde la insipidez de lo trivial, el valor último de las palabras. Pragmatismo y nimia banalidad para una época de profunda estupidez intelectual y simpleza ideológica.

Socialmente es un prestigio ser notario o registrador de la propiedad, oficios tan inútiles como el de poeta aunque, eso sí, mucho más peligrosos, sin embargo delinear endecasílabos es labor excéntrica y propia de la marginalidad, ya que, no lo olvidemos nunca, el lugar del poeta es siempre la intemperie. ¿Por qué, entonces, alguien puede dedicarse a una tarea tan aparentemente baldía como pergeñar versos? Seguimos forjando poemas porque sentimos en la espalda el aleteo de la muerte, porque la palabra nos salva de nuestra propia miseria, porque es camino de conocimiento que serpea hacia nosotros mismos y se desdobla hacia los demás, porque posibilita el traspaso de los límites que la razón ilustrada ha puesto a la palabra trascendente…

Por eso seguimos escribiendo versos, para que alguien, algún día, enjugue con ellos su corazón ensombrecido.

Ramón García Mateos


"Por eso seguimos escribiendo versos, para que alguien,
algún día, enjugue con ellos su corazón ensombrecido".