lunes, 9 de julio de 2012

García Mateos estuvo aquí - En: La Tribuna

Por: Segisfredo Infante



Como ganador del primer lugar de la “Segunda Edición Iberoamericana de los Juegos Florales de Tegucigalpa”, el poeta español Ramón García Mateos, transitó la capital de Honduras durante toda una semana. El martes 19 de junio se presentó en el programa televisivo “Economía y Cultura” de la Televisión Educativa Nacional. Esa misma noche fue agasajado en una cena espléndida del embajador español don Luis Belzuz de los Ríos, acompañado por intelectuales allegados al homenajeado y a la embajada misma. El miércoles 20 de junio, en horas de la tarde, se realizó el evento de premiación en el viejo “Palacio de los Ministerios”, hoy conocido como “Museo de la Identidad Nacional”. El señor alcalde de la Municipalidad del Distrito Central, don Ricardo Álvarez, pronunció un discurso encomioso entregando el premio, junto al obsequio de plata pura, al poeta salmantino. Al acto solemne asistieron escritores, poetas, pintores, historiadores, médicos y ciudadanos de diversas tendencias literarias, ideológicas y políticas. Posteriormente García Mateos asistió a una serie de conferencias y talleres de poesía, en donde derrochó erudición, vivencias personales y conocimiento directo, o indirecto, de otros poetas como Nicanor Parra, Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo y Vicente Andrés Estellés.
Para presentar al distinguido visitante en el programa “Economía y Cultura”, fue preciso leer un par de veces el poemario “Daguerrotipos moderadamente apócrifos”, en tanto que era el único referente literario –apenas publicado por la Alcaldía–, que teníamos del autor. No dejó de sorprendernos un poco que todo el texto estuviera estructurado en largos párrafos de aparente prosa, en tanto que lo usual en estos casos es que los poetas alternen estrofas en verso con parrafadas de prosa poética. Por regla general al hondureño le cuesta un mundo deslindar la buena o excelente poesía de aquellos juegos y tecnicismos prosaicos que intencionalmente un escritor astuto inserta dentro del trozo poético. Recordé, a propósito, los “Poemas en prosa” de Charles Baudelaire, uno de los creadores de la modernidad literaria francesa de mediados del siglo diecinueve, con gran influencia en el resto del mundo occidental. Una vez superada la primera impresión instantánea, me entregué a saborear, sin ningún prejuicio, esa combinación pendular entre la prosa cotidiana y la alta expresión lírica, bien lograda, de nuestro visitante español.
Los treinta y cinco “Daguerrotipos” verbales y visuales de Ramón García Mateos, como si se tratara de los viejos claroscuros de Rembrandt y Caravaggio, exhiben algunas recurrencias que es oportuno identificar: Los malos tiempos en que vivimos y en que la poesía ha sido considerada como cosa innecesaria, porque “no sirve para nada”, según una de las ironías del mismo autor. El hecho reiterativo de escribir siempre en los bares y en los cafetines; especialmente “en el bar de Miguel”. La ausencia (o aparente ausencia) del concepto “patria”, porque el poeta es como un ser apócrifo que habita en la “ínsula de las palabras imposibles”. La problemática actual de los desempleados, o “parados” (como les dicen en España), a punto del suicidio. En el séptimo poema hay una referencia a “Sefarad con luz de limoneros y una estrella de David sobre mi puerta, señal de sangre y augurio de la muerte. Como en Berlín, como en Varsovia. Errante. Nómada.” También hay referencias sobre posibles orígenes moriscos y sus difíciles tránsitos por América del Sur.
Esta es la primera incursión que concretamos sobre uno de los territorios poéticos de Ramón García Mateos, oriundo de Salamanca, allá donde terminó enraizándose Fray Luis de León y don Miguel de Unamuno. Una segunda incursión la realizaremos, Dios mediante, sobre la antología “Rumor de agua redonda”, que el mismo poeta me obsequió frente a las cámaras de televisión. Todo esto ha sido posible gracias a la acción directa o indirecta de personas sensitivas como Ricardo Álvarez, José Noé Cortés, Salvador Madrid, Lorenza Durón, Rolando Kattan, Rigoberto Paredes, Segisfredo Infante, Roger Marín y José Augusto Argueta, quienes han puesto a Honduras en el mirador literario iberoamericano.
FUENTE 
Infante, Segisfredo. García Mateos estuvo aquí. En: La Tribuna, 8 de julio de 2012