Siempre vestida de negro, con sus manos cálidas
y la ternura brotando de sus ojos, ella sola era el
hálito de vida de todo lo que en la casa era para
mí cercano y entrañable.
he regresado al tiempo
de las voces perdidas,
allí estaba su sombra
recorriendo la noche,
levemente amorosa
en el gesto del agua.
He seguido su rastro
por las viejas estancias,
la mirada y las manos
como alados recuerdos
entre tules y linos
del salón y la mesa,
la caricia ligera
de su voz olvidada.
Sólo el áspero aroma
de la noche en silencio
se ha quedado en mi boca
y un sabor de nostalgias.
c) RAMÓN GARCÍA MATEOS
De: Triste es el territorio de la ausencia, 1998
También en:
Rumor de agua redonda (Antología 1998-2010), 2010
Recita: Joaquín de la Buelga
Selección musical: Joaquín de la Buelga
Edición: Alejandra Moglia